¿Sabías que tener un chatbot en la web de tu negocio puede ayudarte a aumentar las ventas de tus productos y servicios? La herramienta funciona como un elemento más en tu estrategia de Atención al Cliente, y te permite acompañar a los visitantes en su navegación hasta finalizar la venta.
Cómo funciona un chatbot
Un chatbot es una herramienta automatizada de chat en tiempo real, que se inserta en tu página web e interactúa con los visitantes. El chatbot se programa de antemano para que utilice una serie de frases y respuestas preestablecidas.
Por ejemplo, cada vez que el usuario llega a la web, se puede abrir un cuadro de texto que pregunte «Hola, ¿cómo puedo ayudarte hoy?». Y, a partir de ese mensaje inicial, puede seguir contestando a las preguntas y dudas del usuario con respuestas estándar de los temas de ayuda.
Es importante que esas frases programadas recreen, en la medida de lo posible, una conversación real con una persona. Al fin y al cabo, el chatbot «representa» a una figura de Atención al Cliente de tu negocio: conversa con el cliente, resuelve sus dudas y le ayuda a completar el proceso de compra o contratación.
Eso sí: aunque simulemos que se trata de una persona real, los usuarios sabrán que en realidad están interactuando con un chatbot. Por tanto, siempre hay que dejar disponible la opción de trasladar la duda a una persona «de carne y hueso» en caso de que el bot automatizado no sea capaz de resolverla.
Es importante, por tanto, que el chatbot pueda pedir el correo electrónico de la persona interesada para resolver problemas que van más allá del «catálogo de respuestas» que hayamos programado. Por ejemplo, podemos incluir un mensaje como «Siento no haber podido resolver tu duda. Por favor, escribe tu correo electrónico y una persona de nuestro equipo se pondrá en contacto contigo en las próximas 24 horas».


Ventas finalizadas, la clave del éxito
En una tienda física, los clientes pueden pasearse por los distintos espacios e interactuar con los vendedores para resolver dudas, recibir orientación y completar la transacción.
En el caso de una página web, la comunicación se realiza únicamente entre ese vendedor y un espacio digital, en el que no hay una persona disponible en tiempo real para realizar estas tareas en una simple conversación.
La función del chatbot es, por tanto, suplir esa carencia y comportarse como ese vendedor o asistente que consigue despejar las dudas y animar al visitante a comprar el producto o a contratar el servicio que se ofrece.
Por tanto, necesitas un chatbot en tu página web porque aumenta el porcentaje de ventas exitosas y transforma los visitantes en clientes. ¡Contrata el tuyo con nlocal!